Uno de los templos romanos más grandes y mejor conservados de Europa, el Templo Romano de Évora, de estilo corintio, fue construido en el siglo I d.C.
Terminada en el siglo XIII, la Catedral de Évora es la catedral medieval más grande del país. Situada en la parte más alta de la ciudad, su silueta se puede ver desde lejos.
El Chafariz de las Puertas de Moura se encuentra en una de las plazas más emblemáticas de la ciudad del pueblo del siglo XVI y sigue siendo hoy en día un símbolo de Évora.
Homenaje a Giraldo Geraldos, el Sin Pavor, que conquistó la ciudad de los moros, esta plaza es el centro neurálgico de Évora. Su fuente y las arcadas que la rodean son la imagen de la ciudad.
Ubicada en la Iglesia de San Francisco, de arquitectura gótico-manuelina, la famosa Capilla de los Huesos fue construida por frailes franciscanos en el siglo XVII, e ilustra la fragilidad de la vida humana.
Construido en el siglo XVI, el acueducto de estilo renacentista servía para abastecer de agua a la ciudad.